Mi nombre largo y completo es Carolina Correa Llobet
aunque como artista, el mundo me conoce más como
Ka Llobet,
y así es como me llamo a mí misma cuando en arte me expreso.
(más cortito, y esencial).
Nací en Venado Tuerto, Santa Fe, Argentina,
una ciudad de campo en lo que llaman la llanura pampeana,
en una ya lejana primavera del año 1973...
y soy artista
ilustradora, diseñadora gráfica, escritora y artista visual, especialmente, aunque también me expreso desde el arte integrando muchas áreas.
mi latir interior es comunicarme y desde ese latir,
comunicarte con el arte
lo que mi corazón siente
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aquí, en este espacio, mi intención es ir compartiendo mis pasos en y desde el arte.
El dibujar la vida se despertó en mí de muy, muy pequeña.
Mi papá dibuja muy bien, es herencia de su linaje familiar. Muchas mujeres de mi árbol, por línea paterna, estudiaban arte y pintura si tenían dones para eso, varias son y han sido artistas plásticas en tiempos donde el arte no tenía la resonancia que hoy tiene.
Mi curiosidad por dibujar el mundo que veía nació pidiéndole a mi mamá (Norma), que lo dibujara para mí, y como mi mamá no sabía dibujar, me compró una pila de libros para que aprendiera mientras ella, que es docente de Matemática, corregía los exámenes de sus alumnos y preparaba sus clases. En una mesa redonda que había en mi casa, al lado de mi mamá, empecé a dibujar. El primer color que recuerdo en mi mano es el aguamarina, que me gustaba muchísimo. Y lo primero que quise dibujar fue un mono, que aguamarina nació.
(no lo tengo para mostrártelo, pero te lo podés imaginar)
Estudié dibujo y Pintura desde muy pequeña, en una Escuela de Arte que había en mi Ciudad, la Dante Alighieri, acompañada en las enseñanzas por una pintora del lugar, Martha Busto. Me recibí de Maestra de dibujo y Pintura a los 13 años.
Y dibujé muy poco desde entonces hasta mis 17 aproximados, que volví a agarrar algún pincel para dibujar remeras y copiar tapas de discos que me gustaban, para amigos que me pedían.
Cuando había que decidirse a estudiar, no lo tenía muy claro adentro, pero como me salía natural dibujar elegí Bellas Artes, que dejé porque era carísimo en materiales para que mi familia me pudiera sostener. Mis papás necesitaban que yo tuviera una salida laboral estable, y que estudiara algo que me permitiera eso, y entonces empecé Publicidad, un camino en el que no me encontré, y entre desiciones superpuestas, empecé Diseño Gráfico, en una Escuela Privada de Rosario, donde me sentí contenida, me gustó, y me puse como búfalo en el surco, con eso, con toda mi dedicación. Cuando egresé, recibí la Medalla de Oro al Mejor Promedio 1996, y en ese momento me dí cuenta que quizás tenía unos dones que tal vez yo no podía ver en mí misma, algo que hace unos años, uno de mis compañeros de aquel tiempo me recordó y que yo empecé a asimilar como posibilidad y ver que no sé si es que tengo algo especial con esto que tan bien puedo comprender y plasmar, la esencia de algo a través de ciertos códigos que a través de mí solo suceden y toman la forma que debe ser para comunicar al mundo lo que debe recibir.
Trabajé como Diseñadora Gráfica varios años y sucedió que un día decidí encontrarme de nuevo conmigo misma y en ese sendero de reencontrarme conmigo me volví a encontrar con los lápices, los colores, la pintura y después el dibujo, y de ellos, a objetos que de mis dibujos toman forma en la realidad.
Hubo un maestro de arte muy importante para mí, que fue Roberto Alfaro, que me abrió una conexión espiritual con el arte maravillosa, que es la que hoy continúo. Y muchos maestros de vida, camino y corazón, acompañando mi expresión y mi voz en trazos y colores.
Un día me lancé a caminar la vida y viajé, a muchos lugares, en muchos encuentros de corazón a corazón, el arte y la vida se fueron entrelazando. Participé en muchas experiencias de vida donde el arte y el amor se entretejen. Y desde ellas, y desde todos mis espacios recorridos y conocidos y también en los desconocidos, brota mi arte en lo que VES...
Y por todo eso aquí, y por algo más que intuyo casi con certeza, que viene del más allá es que soy aquí hoy: Amor, Arte Y mujer. Y viceversa. Mujer Arte amando.
Mujer que ve
sintiendo
y se expresa
coloreando la vida
Desde el sutil espíritu del color, brota lo que puedo expresar, desde la luz de mi esencia, con mi lápiz o pincel como varita mágica que pone en movimiento la energía y que toma forma desde mis dones, en la vivencia del arte como sendero de manifestación de mi propósito en la vida.
aquí, donde me leés,
y allí donde me ves.
espíritu flameante del color... Esencia sutil que en gotitas de luz cuenta y canta la vida...